Las clases prácticas de conducir existen con el propósito de garantizar y asegurar la comprensión y asimilación del conocimiento al momento del aprendizaje de conducción. Conceptualmente, las mismas representan un instrumento que ofrece un mapa exacto de las habilidades de todo conductor en formación. En gran medida, este es el basamento sobre el cual todo instructor trabaja para medir y personalizar el plan de práctica de todo estudiante. Según ello, el alumno podrá desarrollar su destreza al volante según su propio ritmo de aprendizaje en cuestión.
Previo a este tipo de etapa una autoescuela debe ceder a cada aspirante el requerido contrato de enseñanza. Dentro del mismo se le informa de la metodología a optar así como los derechos y deberes que el alumno deberá acatar. Es importante que el alumno sea informado de todas las clausulas y serle otorgada una copia del mismo tras el estampado de la firma.
Breve manual para la constitución de un plan para clases prácticas de conducir en España.
La Dirección General de Transito es muy específica en lo referente a los criterios prácticos de la enseñanza del manejo. A nivel general sus principales aspectos establecen un mínimo de 45 minutos de duración de cada práctica. Por otra parte, otros autores especialistas han argumentado que las mismas no deben exceder a un tiempo de dos horas. La permisibilidad de este tipo de entrenamientos está extendida sobre cualquier tipo de vía terrestre en el territorio nacional, a excepción de las que forman parte de un circuito cerrado.
A nivel técnico no existe ningún elemento estándar para fijar la fecha del examen final de las clases prácticas de conducir. Básicamente, este criterio se basa en el ritmo de evolución y desarrollo de habilidades de cada aprendiz. El instructor es la persona sobre la cual recae la obligación de asistir al conductor en formación en su progreso y evolución de aprendizaje. Por su parte la autoescuela está obligada a acceder el vehículo en el que se realizara la práctica final. El mismo debe están en óptimas condiciones, o bien, servir de reemplazo al vehículo de la práctica habitual en caso de ser necesario.
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