Una de las formas más comunes que suele tener un conductor para llamar la atención a un transeúnte u otro vehículo es el sonido de la bocina. Esta situación es cada vez más indebida durante la conducción y puede llevarnos a diferentes sanciones por su mala utilización.
El claxon tiene como función principal poner en alerta a otros conductores o personas que se encuentran en la vía pública. La utilización de la bocina se encuentra regulada mediante el artículo 110 del Reglamento General de Circulación. La reglamentación prohíbe el empleo de señales acústicas estridentes y sin motivo.
El uso de la bocina y su multa
Hacer uso del claxon por fuera de lo permitido por la reglamentación existente cuenta con una multa mínima de 80 euros. Si además, hay una violación a las normativas municipales con relación a la contaminación acústica se puede llegar a penalidades de hasta 6.000 euros.
Cuando la bocina se utilice como reclamo o queja de alguna situación, sin tener que ser un motivo de alerta, nos encontramos infringiendo la normativa. Aquí hacemos un repaso de los diferentes casos que el uso del claxon se encuentra justificado:
- Con la intención de evitar un accidente como así también la prevención de cualquier percance al momento de circular con baja visibilidad o por calles estrechas.
- Cuando se da una situación de emergencia, como es el caso de trasladar en nuestro vehículo particular a una persona a un hospital. En este caso se debe combinar las luces de emergencia con una señal visual, generalmente el uso de un pañuelo blanco.
- En situaciones de adelantamientos, el claxon puede usarse para avisar de nuestra posición a un vehículo que busca incorporarse, particularmente si hace una maniobra de retroceso.
Fuera del listado presentado se prohíbe el uso con la posibilidad de contar con las multas correspondientes. El Reglamento General de Circulación posibilita utilizar señales acústicas que no sean estridentes, como es el caso de la bocina, además de prohibir todo aquel uso inmotivado o con exageración de estas señales.
Es de destacar que cada localidad o ciudad cuenta con la prohibición general del uso de cualquier señal acústica, y para ello se utilizan las advertencias de prohibición correspondientes. Únicamente en caso de accidentes se permite en esos sitios usar el claxon. Finalmente todos los vehículos de servicios de protección cuentan con el uso de la bocina como posibilidad de marcar su presencia en la circulación de urgencia.