Saber circular no es sinónimo de conocer cuáles son las técnicas adecuadas para conducir. Incluso muchos alumnos que ya manejan se sorprenden que aun con su experiencia, no logran sortear situaciones de emergencia. Allí es cuando entienden el para qué sirve un curso de conducción.
Los cursos de manejo son el espacio adecuado para enfrentarse como alumno a diversas situaciones de emergencia, pero sobre todo para aprender a reaccionar ante ellas.
Normalmente la falta de experiencia o el conducir de forma mecánica, reducen la capacidad de reacción. Pero en un entrenamiento es posible ver y entender cómo suceden los derrapes, las frenadas, la imprudencia de otro conductor y aprender a responder ante la situación.
Esta capacitación enseña a los alumnos a reaccionar y sobre todo a minimizar el riesgo de sufrir accidentes. También pueden aprender a adoptar la mejor postura para conducir que le permita tener una reacción más rápida en diferentes situaciones.
Uno de los aspectos que es más importante reconocer es que aunque se aprenda a controlar el coche, en una emergencia cada conductor puede reaccionar de forma instintiva.
En estos casos juegan un papel definitivo los hábitos de conducción. Si bien nadie sabe qué pueda ocurrir en determinada situación, un curso de conducción segura puede brindar las herramientas y conocimientos para permanecer vivo.
Al verse desde una perspectiva empresarial, estos cursos permiten que sus trabajadores tomen conciencia de conducir de forma segura y reducir la siniestralidad vial laboral y sus consecuencias.
Para qué sirve un curso de conducción: las razones
- Ayudan a reconocer tus propios límites e incluso el cómo puedes reaccionar ante determinadas emergencias.
- Te permite aprender a conducir en situaciones meteorológicas variadas con seguridad para ti y tus acompañantes.
- Te enseñan a entender los sistemas de seguridad de los coches y su funcionamiento. Entender cómo operan puede ayudarte a prevenir situaciones de peligro.
- Te permiten conocer cómo es el funcionamiento del Control Electrónico de Estabilidad, ESP. Este sistema de seguridad es una tecnología computarizada que favorece la seguridad activa del automóvil, frenando individualmente las ruedas y evitando derrapes, virajes bruscos y pérdida del límite de adherencia crítico.