Se ha comprobado que los simuladores de conducción son una herramienta útil para que los conductores puedan entrenar en un entorno seguro. Todo mediante la simulación de situaciones peligrosas o inesperadas.
Poder representar en una pantalla estas situaciones difíciles como conducir en nieve, niebla o en medio de una fuerte lluvia, resulta una gran ventaja para el practicante. Le permite vivir en una realidad simulada casos extremos con el fin de desarrollar o comprobar sus habilidades de manejo.
La ventaja es que en el mercado ya es posible conseguir simuladores de todo tipo. Incluso específicos para cada coche, ya sean para autobuses, camiones, vehículos pesados, motos o coches de pasajeros.
Esta amplia variedad permite que cada alumno pueda practicar aquello que quiera mejorar.
Los simuladores de conducción para manejar de forma responsable
Muchas empresas han venido incorporando en sus procesos de trabajo, la práctica en simuladores de conducción para sus trabajadores. El objetivo es que a través de este método, tomen conciencia de lo importante que resulta conducir de forma responsable.
En esta herramienta es sencillo que cada empleado ponga a prueba sus habilidades al volante y también identifique sus errores.
También le permite ver en pantalla y comprobar lo que puede ocurrir cuando se conduce en estado de embriaguez. También en exceso de velocidad o sin atender las normas viales.
Además, los simuladores de conducción ayudan a eliminar costumbres inadecuadas. Permiten mejorar los reflejos y la capacidad de respuesta del conductor y verificar cómo reacciona ante los imprevistos.
Si bien son útiles para quienes están aprendiendo, también lo son para aquellos conductores profesionales que “viven” en la carretera conduciendo y que ya lo hacen de forma tan mecánica que no se percatan de los errores. Algunos incluso se vuelven tan confiados que llegan a comprometer su seguridad.
Un buen simulador es aquel capaz de reflejar muy bien lo que puede suceder en la realidad, pero sobre todo, que pueda hacer sentir esa sensación al conductor.
De esta manera, el conductor puede sentir cómo cuesta controlar el vehículo si está bajo los efectos del alcohol o cómo el clima puede afectar sus capacidades.